ESFUERZATE Y SE VALIENTE
Josué 1:5-9“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
Moisés, el gran líder del pueblo israelita, había muerto. Ahora Dios decide nombrar a Josué el próximo líder de Israel, y le da la encomienda de guiar a los israelitas en la última etapa del plan que el Señor le expusiera a Moisés cuando lo llamó a servirle (Exodo cap. 3). Ellos debían cruzar el río Jordán y tomar posesión de la tierra prometida. Ciertamente la tarea que le esperaba a Josué no era nada fácil. Pero las palabras de Dios al nuevo líder en el pasaje de hoy exponen con claridad los pasos a seguir para obtener la victoria:
1. Medita de día y de noche en los mandamientos y estatutos que Dios dio a Moisés para su pueblo. Obrando conforme a todo lo que está escrito, le dijo el Señor, “harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
2. Esfuérzate y sé valiente.Tres veces en este pasaje le dice Dios a Josué que se esfuerce y sea valiente. Y la última vez le dice “Mira que te mando...” Es decir, es más que un consejo o una sugerencia, es una orden del Señor la cual debe ser obedecida como requisito para obtener la victoria que El ya tiene preparada. Sé valiente, no temas. El temor es el obstáculo número uno para que un cristiano obtenga la victoria. El temor paraliza. El temor no viene de Dios. Dice 2 Timoteo 1:7: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” El temor es lo opuesto a la fe. Si confiamos plenamente en Dios, no daremos cabida a ese espíritu de temor, y podremos marchar adelante hacia la victoria.Esfuérzate. Dios espera que nosotros hagamos nuestra parte en cualquier tarea que nos haya encomendado o en cualquier situación en que nos encontremos, por difícil que esta sea. La pereza, la negligencia, la apatía, la falta de esfuerzo no pueden formar parte del carácter de un cristiano que quiere vivir una vida victoriosa.
Dios ha prometido estar con nosotros siempre, y lo cumplirá, pero la manifestación plena de su poder en nuestras vidas depende directamente de nuestra obediencia y de nuestra actitud. En Juan 14:21, Jesús nos dice: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Palabras similares a las dichas por Dios a Josué, o sea, lee la Biblia, medita en ella, esfuérzate y actúa conforme a lo que ella dice, y yo me manifestaré en tu vida y te daré la victoria. Dios nos da las fuerzas cuando estamos cansados. El nos da el poder que necesitamos, pero nosotros tenemos que dar el paso al frente para obtener la victoria.¿Sientes mucho sueño en la mañana y no puedes levantarte a leer la Biblia y pasar un rato con el Señor? Esfuérzate y levántate, y busca el rostro del Señor antes de comenzar la rutina diaria. ¿Se te pasa el día entre tantas ocupaciones y no tienes tiempo para Dios, o por la noche el cansancio te rinde tan pronto empiezas a leer la Biblia? Haz lo posible por no irte a la cama sin haber orado y leído la Biblia. Recuerda que Dios espera de ti que te esfuerces. Entonces él te dará fuerzas, y tú podrás crear el hábito de hacerlo cada día de tu vida.
ORACION:Padre amado, te ruego me ayudes a esforzarme cada día de mi vida a leer tu Palabra, y meditar en ella y poner en práctica todo lo que ella dice. Que en cada situación en que me encuentre, por difícil que sea yo me desenvuelva con fe y con valor, sabiendo que tú me darás la victoria. En el nombre de Jesús, Amén.