LECTURA BIBLICA: Ezequiel Cáp. 16
Cuando nuestra vida estaba perdida en el pecado, en la suciedad del mundo, cuando habías sido menospreciada, hubo uno que se acordó de nosotras: JESUCRISTO, estabamos muertas espiritualmente, pero el nos hizo vivir. En el capitulo 16 de Ezequiel, Dios habla de la infidelidad de Jerusalén y le recuerda que cuando nadie tuvo misericordia de ella, El paso junto a ella y la vio sucia, y extendió su manto y cubrió su desnudez, y entro en pacto con Jerusalén, la lavo, la limpió, la ungió con aceite y la vistió con lo mejor. Así como en la Biblia le habla Dios a Jerusalén, así nos habla a ti y a mi en este día, para que no se nos olvide de donde el nos saco, del lodo cenagoso, del pozo de la desesperación y nos puso sobre una peña, para que no seamos infieles con Jesucristo, El que nos salvo, nos redimió y nos limpio con su sangre preciosa. Dios nos dio la oportunidad para entrar en pacto con el por medio de Jesús, además de perdonarnos, nos ha ungido con el Espíritu Santo en nuestras vidas. Jesucristo puso su hermosura en nuestras vidas, que no seamos como Jerusalén, que cuando Dios la hizo hermosa, comenzó a confiar en su hermosura más que en El que se la dio, como dice la palabra de Dios “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti." Ezequiel 28:17
Mujer con Visión y Poder, que tu vida y la mía sea un reflejo del amor de Cristo, de la misericordia de Dios, y de la unción del Espíritu Santo y que siempre podamos decir como el salmista “Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.” Salmo 5:7
Alejandrina López